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Soy de este tipo, que muchas veces, en mi mente se ha grabado una película entera pero en realidad me quedo callada como una planta.

En algún sentido, soy un poco rara, que puedo mostrar todo interior de mi corazón frente a un recién conocido, y que muchas veces, no quiero hablar frente a amigos o familiares.

Por exterior, quiero fingirme indepediente e positiva, pero si alguien puede llegar al rincón más profundo de mi corazón, descubrirá que tengo mucho deseo de la compañía de otros y que fácilmente se me produce una sensación de dependiencia sobre una persona.

Recientemente he decidido mudarme en diciembre. Y esta noche, cuando bajé para hacer compras, de repende me choca esta melancolía. No me da pena tener que despedirme de la familia del dueño, porque en vez de afecto, de hecho no me gustan mucho a ellos.La cosa que me sorprende y me hace pensar es que, me da cuenta de que tengo apego a los que apenas conozco. Las caras pasan rápido en mi mente, como una película del siglo pasado. Me voy a echar de menos a las personas que he encontrado en el ascensor, a los cajeros del super bajo el piso, e incluso a algunos que pasaron a mi lado rozando mi hombro algún día antes. No sé sus nombres, no me acuerdo claramente sus rostros, con algunos tuve una conservación muy breve mientras con otros ni nos damos un saludo.

Ah, soy una nostálgica extraña.

O, a lo mejor, me dan lamento las posibilidades, de que podré hacerme amiga con algunos de ellos y tejer unas historias que cambiarán mi vida. A lo mejor entre ellos se encontrará mi futuro novio?

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